Tu poder está en tu atención
Uno de tus bienes más preciado es la atención.
¿Adónde esta tu atención?
¿Adónde la posas?
¿Desde qué intención enfocas tu atención?
Como te darás cuenta siempre estoy citando a la actitud, el pensamiento, la atención, y la intención.
¿Por qué lo hago? Porque todo eso puede cambiar, porque pertenece a nosotros, a nuestro mundo interior, no al afuera, el afuera son hechos y situaciones, todo lo demás que nos pasa tiene que ver con nuestra percepción, con nuestra interpretación que hagamos de lo que sucede.
Nuestra atención, actitud, pensamiento, intención, interpretación son aspectos que, si pueden estar bajo nuestro control, en nuestro poder.
Donde posas tu atención eso crece.
La atención también pertenece a nuestro mundo interior. Nosotros tenemos la capacidad de decidir en que poner nuestra atención.
El poder nuestro está en la capacidad que tengamos de dirigir la atención.
A veces un problema se convierte en un problema mayor porque nuestra atención está en el problema, sigue allí queriendo salir del problema, pero enfocados en el problema.
La atención es lo que hace que algo exista en el momento. Si no le pones atención desaparece de tu consciencia.
Matices de la atención
¿la atención se puede cargar con una intención?
Si tu atención parte de una actitud, por ejemplo, de apreciación, eso va a generar un estado en tu mente que va a crear pensamientos de una calidad que responde a esa actitud.
También podemos dirigir nuestra atención con una intención determinada, por ejemplo, la de “ver”, de “darnos cuenta”. Si la enfocamos a la enseñanza, la atención puede tener la intención de descubrir donde está el motivo técnico por el cual el resultado no está siendo el que esperamos.
Es donde pones tu atención y con qué intención está cargada lo que vas a comenzar a ver, y eso va a condicionar lo que haces.